domingo, 14 de abril de 2013

Alcalinizar es importante porque un cuerpo oxidado es terreno abonado para la enfermedad.

                                                                                                                                                                    
    Alcalinizar es importante porque puede ser que nuestro estilo de vida sea oxidante total. La tensión mental, emocional, la contaminación de las grandes ciudades o zonas industriales, la pésima calidad de la tierra en la que crecen los productos alimenticios, el agua que hemos de beber tan tratada con productos químicos, espacios en los que un descanso reparador es prácticamente imposible... "Para que nos salga más barato" nos colocan productos tóxicos o cuestionables en nuestras viviendas y prendas de vestir. Si además bebes alcohol, quizás en exceso porque sientes que "mejora" tu capacidades en las relaciones sociales y fumas, ya que te parece que te tranquiliza. Podemos añadir el "bienestar" que produce esa chocolatina hasta arriba de azúcar. Hacer ejercicio resulta cansado y meditar ¿¿eso no lo hace la gente aburrida o un poquito p'allá??

    Si queremos practicar este estilo de vida y seguir medianamente sanos hemos hacer algo para contrarrestar los efectos nocivos. Porque TODO ELLO NOS OXIDA, envejece nuestro cuerpo y lo hace menos capaz de responder a situaciones de emergencia.    

    Dejemos de fumar, reduzcamos la ingesta de alcohol -sobre todo destilado-. Tomemos más fruta y hortalizas en ensalada, y verduras y menos carne y aún menos de la procesada -embutidos, ahumados, salchichas, hamburguesas...-. Pasemos del azúcar blanco refinado y de la bollería industrial. Practiquemos meditación, ejercicio. Descansemos más y veamos menos TV.
                                                                                                                                                          


    Temas a revisar: de qué y cómo nos alimentamos, creencias autodestructivas, pensamientos negativos y cuales son las emociones que reprimimos, aceptación de nuestras relaciones familiares, cómo es la expresión de nuestro yo interno, qué ejercicio estás en disposición de adoptar. Todo esto con la mayor sinceridad y honestidad. Liberar, dejar ir, o lo que es lo mismo, perdonar el pasado para poder vivir el presente. Revisemos lo que introducimos en nuestro organismo incluyendo lo que leemos y escuchamos.


   

    Aún así habrá momentos en los que perdamos la buena salud pero podremos responsabilizarnos mejor de nuestra recuperación porque ya dispondremos de buenos hábitos de vida. Busquemos a los profesionales que puedan ayudar en esta andadura, pues hay que tranquilizar la mente y cambiar las creencias que no favorecen, desaprender y sanar experiencias traumáticas del pasado, muchas de nuestras acciones cotidianas son automáticas, es decir, no las pensamos simplemente suceden, aportándonos un sentido falso de seguridad.

 


    Encontremos además qué actitud, qué experiencia vital nos imbuye de lleno en la experiencia que nos oxida para cambiarla, porque si no hay cambios no puede haber cura.