El
diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice así del vocablo LEY:
Regla y norma constante e
invariable de las cosas, nacida de la causa primera o de las cualidades y
condiciones de las mismas.
Estas leyes o principios espirituales los experimentamos aún cuando no sepamos cómo sucede o ignoremos que
existen, aún así, dichas leyes se cumplen. Las Leyes o Principios
Universales Espirituales son siete y su conocimiento nos ayuda vivir mejor, pues sabiendo cuáles
son sabemos a qué atenernos según sea nuestra conducta. Así, hay 7 Principios
Universales o Leyes Espirituales que gobiernan la vida y su conocimiento
facilita nuestra experiencia vital.
El
principio de MENTALISMO: todo es mente. Así tú piensas así sucede. Es así de
simple, con todas las implicaciones que se derivan. Hemos de cambiar los pensamientos destructivos si queremos cambiar nuestro entorno y futuro. De ahí la
importancia de vivir el momento presente pues lo único que podemos modificar y eso sucede mediante nuestros pensamientos.
En el
principio de CORRESPONDENCIA: toda acción o condición tiene su analogía en
todos los demás planos de existencia. Como es arriba es abajo, como es dentro
es fuera, en lo pequeño está lo grande. Así el pequeño detalle que cambiamos en un área se
cambia otras, y lo que observamos en nuestro entorno, en las personas que
conocemos es lo que tenemos en nuestro interior. Es lo que nos da pistas de la
situación en la que nos encontramos al darnos cuenta de lo que vemos en lo
pequeño o en el otro, lo que ocurre a gran escala o en nosotros.
El de
VIBRACIÓN nos hace saber que todo está en movimiento, todo vibra, sea de baja
vibración - la ira, la depresión, la tristeza, la decepción, o de alta vibración
- el amor, la alegría-.
El de
POLARIDAD dice: todo es dual, tiene dos polos, todo tiene su opuesto,
los semejantes y los antagónicos son lo mismo. Los opuestos son idénticos en su
naturaleza pero diferentes en grado. Los extremos se tocan.
Con la ley de RITMO conocemos que todo asciende y desciende, como
las olas del mar van y vienen, también las estaciones del año. Ya se sabe: hay
un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar, un tiempo de sueño al que
sigue un tiempo de vigilia.
La ley
de CAUSA Y EFECTO o de karma, todo conlleva consecuencias. Todo lo que hacemos,
sentimos, pensamos tiene consecuencias. Y lo que no hacemos también. La
casualidad no existe, existe la causalidad, o sea las causas de nuestros
pensamientos y acciones. Revisa como vives porque, por ejemplo, si robas, aunque sea un bolígrafo, te robarán a ti, si no algo material, oportunidades. Todo lo que va vuelve.
El principio de GENERACIÓN, todo tiene cualidad femenina y
masculina. En el Plano Físico, esta ley se reconoce, se manifiesta o se deja
ver, por la diferencia de los sexos. En los planos más elevados, la ley toma
formas elevadas, en los que cada ser contiene en sí mismo los dos elementos del
Principio.
Este conocimiento nos da una ruta a seguir sin infligir o añadir daño a nosotros o a los demás. Es sencillo pero lo abarca todo, la revisión es continua, de tal manera que al principio puede parecer, sobre todo con la de Mentalismo y la Causa y efecto, que no acabamos nunca. Pero es sólo el principio, hasta que nos acostumbramos a pensar de forma correcta con las ideas que queremos construir en nuestra vida y cada vez generaremos menos efectos negativos y más efectos constructivos.
Como se ve, en la vida se hace imprescindible meditar pues es en esos momentos en los que saltan las situaciones que podemos cambiar. Estas situaciones saltan en forma de pensamientos tales como proyecciones, recuerdos, proyectos, incomodidades físicas como picores, dolor respiración agitada, mandíbula prieta, posición encorvada...