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| Imagen: Hrana Janto |
Iniciarse en reiki siempre es una gran decisión por todo lo beneficioso que aporta a nuestra vida. De forma sencilla mejoramos nuestro entorno, sanando el pasado y el presente para de esta forma atraer un futuro más luminoso.
En este sentido puede iniciarse cualquier persona mayor de edad que quiera mejorar su estado espiritual, emocional, mental y físico mediante el simple gesto de "ponerse las manos" o que sienta el llamado de incorporar una práctica espiritual cotidiana que sólo aporta beneficios, sin ninguna contraindicación.
También los profesionales de la salud que tengan contacto directo con los enfermos o usuarios, como enfermeras y auxiliares de cualquier especialidad, terapeutas. El aviso que nos dan a todos los que nos formamos como profesionales de la salud es que nos hemos de cuidar primero nosotros porque la atención a personas enfermas desgasta mucho. El reiki nos protege y a la vez ayuda a las personas que tratamos. Así podemos mantener la buena salud.
Las personas que padecen enfermedades crónicas, depresión, ansiedad o enfermedades de largo recorrido pueden obtener gran beneficio de iniciarse en reiki ¡Una de las ventajas son los autotratamientos!
Desde el primer nivel además de los autotratamientos, se puede tratar a los demás.
Es algo que hacemos por y para nosotros mismos porque practicar reiki ayuda a superar los momentos de tensión y enfermedades y aporta energías renovadas para salir adelante seas estudiante, trabajador, pensionista, joven. Cualquier edad o condición está bien.
Sólo se necesita querer practicar. Y con la práctica llegan resultados.
Como siempre, esta práctica no suple la visita al médico en caso necesario. Practicar reiki NUNCA debe ser excusa para no acudir al médico. La práctica del reiki aporta claridad en el intento de la vida y nos ayuda a reconocer cuando hemos de acudir al médico aceptando esa responsabilidad que tenemos para con nosotros y las personas que nos rodean.
