lunes, 19 de marzo de 2018

El coraje de sanar, Ellen Bass y Laura Davis

    Quiero hacer una reseña a este libro extraordinario que puede aportar tanto beneficio a las supervivientes de abusos sexuales en la infancia. La valentía de las autoras hace que también las supervivientes perciban lo valientes que son y se atrevan a seguir dando pasos hacia la curación de tan común y oculto hecho. 
  El secretismo y permisividad que rodea estas situaciones contribuye a que se perpetúen conductas que se toman como naturales cuando en realidad son una invasión de la intimidad, destruyen la confianza de las menores que los reciben y las aleja de una vida adulta saludable  quedando dañados todos los ámbitos de la vida, tanto familiar como de pareja, profesional y económicamente, de imagen corporal y autoestima, la salud a todos los niveles: físico, mental, emocional y espiritualmente. Este secretismo y permisividad tiene que ver con el hecho de que suceden dentro del ámbito familiar ya sea en relaciones de parentesco o en relaciones cotidianas por cercanía y frecuencia de trato.
   Este libro es una guía para las superviviente y las parejas, amigos y demás familia que las están acompañando en el proceso de sanar. Ayuda a situar en qué parte del proceso están y que puedan transitar la curación con mayor seguridad. La recuperación es un proceso doloroso y hermoso también en la que la honestidad es fundamental, los permisos son primordiales, diálogo con las personas que lo apoyan, y la aceptación de los progresos y de la limitaciones.

    También es una guía en el proceso de identificar si alguna situación de este tipo estuviera aconteciendo en el entorno infantil cercano, porque el infante quizás no sabrá expresar qué es lo que está pasando puesto que aún no ha alcanzado la madurez suficiente, y así poder actuar para frenarlo y reconducirla hacia la protección y restauración de la seguridad y confianza de los infantes perjudicados.

     Recomiendo la lectura de este libro a cualquiera que le llame la atención este tema o sienta rechazo por él porque algo hay ahí que descubrir. Muchas personas supervivientes borran estos hechos de su mente y es en la edad adulta que empiezan a recordar y pueden relacionar los bloqueos o fracasos vitales que están experimentado en la actualidad con esa circunstancia. Aceptar que pudiera ser que sucedió es el primer paso para pedir ayuda y poder vivir así una vida más plena.

    Porque las situaciones del pasado que no se han superado se siguen reproduciendo una y otra vez en el presente de muchas formas: simbólica, real, virtual o imaginariamente. Hasta que no se sana el pasado no vivimos el presente con libertad.

    Quiero animar a leerlo también a hombres que hayan podido pasar por esta situación puesto que lo que se explica aquí también aplica para ellos, no hay distinción de género tanto si se recibieron como se dieron, es decir, no solo pueden abusar los hombres sino que las mujeres también y pueden recibirlos tanto niñas como niños.