viernes, 13 de enero de 2017

Tratamientos con Reiki, una terapia holística

    Reiki es una terapia holística, eso quiere decir que es una terapia que trata la totalidad del organismo. La totalidad del organismo incluye mucho más de lo que vemos, es decir, no solo la parte física, incluye la parte energética, la psicológica y la espiritual. Esta es una terapia cuya técnica, lo que podemos ver con nuestros ojos, se realiza poniendo las manos sobre el cuerpo, tocando el cuerpo o sin llegar a tocar.

Algunas posiciones de las manos

    ¿Qué dolencias se pueden tratar con reiki? Todas. Todos los síntomas mejoran y, dependiendo de la continuidad y del propósito de esa enfermedad, disminuyen hasta desaparecer. ¿Por qué puede suceder la sanación total en determinadas circunstancias y casos? Porque se puede llegar a la causa raíz, al origen de la enfermedad. Reiki va disolviendo los bloqueos y restableciendo el equilibrio y la buena salud.

    En ocasiones la sesión con reiki provoca crisis de curación. La crisis de curación es ese periodo que va desde el inicio de la terapia hasta 24 o 48 horas después en el que los síntomas se intensifican, es decir, si el síntoma es dolor, aumenta el dolor, aumenta el malestar. Hay crisis en las que aparece llantera, tristeza, rabia..., estas emociones surgen por que están asociadas  a recuerdos y memorias de dolor y que permanecen en nuestro registro aunque la persona no lo había notado antes y que afectan a nuestra salud física. Puede darse la circunstancia de que se entre en estados de somnolencia, de que los sueños sean más vívidos y se recuerden... ¡Y que encontremos significado! Que se suelte la tripa o que orinemos mucho, en ocasiones incluso se vomita. Estas condiciones pueden tener lugar  o no para luego mejorar. Algunas personas piensan entonces que no les ha ido bien y se resisten a volver a terapia ¡es justo lo contrario! Es cierto que no es deseable y es desagradable, pero es necesario sacar afuera lo que nos daña y no pasa en todas las sesiones.

    ¿Cuántas sesiones hacen falta hasta la completa sanación? Pues, como decía antes, depende. Hay muchos factores que influyen en el restablecimiento total de la salud. Hay personas que su condición mental o emocional está muy negativa y les podría interesar más iniciarse en reiki y practicar el auto tratamiento que acudir continuamente a recibir sesiones. Para algunas personas y en algunas ocasiones con unas pocas sesiones será suficiente. Otras personas o condiciones tendrán que acudir más veces.

Las enfermedades o conflictos que se han cronificado necesitarán por lógica más tiempo.

    Recomiendo leer la siguiente entrada "Cómo se establece la enfermedad en el organismo"

Cómo se establece la enfermedad en el cuerpo.

    Hay muchas condiciones que hacen que gocemos de buena salud o que suframos enfermedades. Hay personas básicamente saludables y sin embargo hay otras que padecen por muchos años una enfermedad o siempre tienen algo.
   Entre estas condiciones está la predisposición con la que nacemos determinada por la herencia familiar, cómo fuimos concebidos, qué tal fue nuestra gestación y llegada al mundo, esto para empezar. La nutrición en la infancia tanto física como emocional y mental influirá mucho también. Hasta aquí lo que podemos clasificar como más determinante, la base, que nos condicionará y mucho para el resto de nuestra vida.   

    Esto es solo una parte, la que vemos más o menos. Hay que tener en cuenta lo que hemos venido a experimentar como almas en un cuerpo físico. Y eso determina en qué familia nacemos, nos criamos y algunas experiencias por las que pasaremos sí o sí. Aunque nos hayamos cuidado mucho, practicado ejercicio, comido regular y sensatamente...

  Luego está la enfermedad que podemos estar incubando sin darnos cuenta, es decir, inconscientemente, porque la enfermedad antes de verla y sentirla en nuestro cuerpo se fragua en los planos sutiles. Somos espíritu y por lo tanto somos energía. En el camino hacia la manifestación del alma en el plano físico hay un montón de estaciones en las que se toman decisiones de las que no somos conscientes la mayoría de las veces. 


    Hace falta atender a todos los aspectos implicados en la pérdida de la salud para poder restablecerla y hay que utilizar las herramientas que sean pertinentes para hacerlo. Asociadas a las enfermedades físicas están las condiciones mentales y emocionales y a estas las espirituales. Será inevitable que una persona con resentimiento crónico tenga problemas digestivos, que una persona que se siente emocionalmente desvalida tenga problemas de espalda, que una persona eternamente preocupada sufra temáticas de riñón.... Hay afecciones que con poco que  hagamos será suficiente y habrá otras en las que dejar aparte el aspecto mental o emocional o espiritual es tratar el asunto a medias dejando así un resquicio una puerta abierta a la recaída. El caso es que todavía para tantas personas esto es algo inadmisible y cada está más demostrado que nuestras emociones y pensamientos influyen en nuestra salud.

   La enfermedad cumple una función, es decir, tiene una utilidad, un propósito. Desde la descodificación biológica es la de aportar una solución biológica a un conflicto que no ha podido resolverse de forma consciente y es una tarea conjunta, la del consultante, médico y terapeuta,  juntos, descubrir dónde está el conflicto, ese  que está en desequilibrio, y cuando ya se manifiesta físicamente pues es para tener más en cuenta.

    Da igual el tratamiento que elijamos lo verdaderamente importante es la toma de conciencia. Es la toma de conciencia lo que inicia e incluso sana. En ocasiones una toma de conciencia ya engloba las respuestas, en otras a la toma de consciencia hay que añadir herramientas sostenedoras, transformadoras. A una toma de consciencia le ha de seguir una acción correcta, sin acción correcta nos quedamos igual, o peor.

   ¿Se puede sanar todo? Sí y no, ¡hay tantos factores! y muchos de ellos ni los vislumbramos... Pienso que la pregunta sería ¿puede sanar una persona?  Porque dicen que no hay enfermedades ¡hay enfermos! 
    Aunque yo prefiero la expresión ¡hay personas que manifiestan enfermedad! Lingüísticamente da más libertad, hay más posibilidad de cambio, ESTAR enfermo que SER enfermo para reencontrar el estado saludable, pues es un estado natural del ser. Y los estados son modificables.