martes, 6 de noviembre de 2012

Despertar


Imagen: Pedro Alonso Ibáñez
                                                                                                                                                                         
  O tomar conciencia.

    Quizás pensemos que tomamos conciencia una vez, que despertamos una vez y ya está. Que de un modo automático se está consciente. Estar consciente es cotidiano y para nada automático. Hay que activarlo continuamente. No es como cuando despertamos por la mañana y seguimos hasta el final del día, con más o menos gracia ¡claro! 
Desde luego, puede que haya días que ni con el café.
    Puede suceder que estemos conscientes sólo de algunas partes de nosotros mismos y que otras estén absolutamente cerradas a cualquier estímulo. Hay temas que no queremos oír, ni ver, ni oler y, por supuesto, que no nos toque. Esto último sucede, que nos toque en forma de enfermedad, accidente o similar, si no abrimos los sentidos.

    Nuestro ser interno nos está llamando para activar esas partes de nosotros que están dormidas y disfrutar de todas las posibilidades que nos ofrece la vida. La posibilidad de vivir con menos penuria las cuestiones de cada uno a las que estamos dormidos está ya en nosotros: 

SOLO HEMOS DE DESPERTAR.

Imagen: Pedro Alonso Ibáñez

Dra. Jill Bolte Taylor, Un derrame de iluminación



   La Dra. Jill Bolte Taylor es una neuroanatomista estadounidense especializada en el estudio post mortem del cerebro humano. Ella sufrió un derrame cerebral en el hemisferio izquierdo de su cerebro en 1996. Tardó 8 años en recuperarse. En esta ponencia nos transmite lo que descubrió durante el proceso.

 
    Esta persona también es un gran ejemplo de superación. Seguro que conocemos personas con problemas serios de salud o de otro tipo y que han salido adelante o están en ello. Son anónimas. Familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos… Tienen en común que no se rinden, el horizonte es negro pero perseveran en incrementar sus posibilidades. Todo lo que podamos saber no nos salva de pasar por determinadas experiencias, a ella, todos sus conocimientos sobre el cerebro no la salvaron de padecer un derrame, y la experiencia que acompañó al derrame la inspiró a superarse para poder contar algo maravilloso al mundo. Entre otras cosas cómo experimentó las funciones de los 2 hemisferios cerebrales absolutamente por separado ¡el derecho tan abstracto y el izquierdo tan concreto!

Ver su intervención es una bendición, una brisa fresca.