Hoy en día se ha generalizado la tradición anglosajona del Halloween. Es una tradición de origen celta que ha perdurado en el tiempo, y que se ha extendido, sobre todo, gracias al cine. El origen etimológico de la palabra Halloween proviene de la expresión "All hollows Eve". Hollow significa hueco, quizás de ahí el vaciado de las calabazas poniéndoles caritas.
De algún modo en el paganismo se considera que en estas fechas el velo que normalmente separa el mundo de los vivos del mundo de los muertos que no han trascendido desaparece o es más permeable y que están más cerca o los podemos sentir más. ¡Para el cine un filón, oiga!
Así, en estas fechas se pone especial atención a nuestros difuntos, sobre aquellas almas que no han traspasado el umbral de la ilusión y permanecen entre nosotros, porque en todas las culturas es de importancia vital para todos que nuestros difuntos queden en paz.
¿Cuáles son los motivos por los que las conciencias en tránsito permanecen ligadas a la tierra?
Los motivos son variados, fundamentalmente los apegos, entre ellos las adicciones, sea a sustancias químicas, a emociones o a personas. Mientras estamos adictos o apegados a algo o a alguien estamos más pendientes del objeto de nuestro apego que de nuestro crecimiento espiritual, o personal si lo del espíritu asusta, queremos seguir "disfrutando" de esa experiencia, de esas sensaciones a través de las personas que siguen encarnadas. Esa forma de vivir hace que estemos inconscientes cuando estamos encarnados y sigamos inconscientes cuando desencarnamos. Con las drogas, por ejemplo, -y aquí da igual que sean legales o no- puede ser más fácil de comprender que estamos prisioneros de la química, es incluso visible la acción sobre nuestro cuerpo físico y las emociones puede que sea más difícil aceptar pero son química también, por último quién quiere desprenderse de ese ser tan amado o porque no ¡tan odiado!
El mensaje para los que nos mantenemos en el cuerpo: hay que desprenderse de los que ya han perdido el suyo, han de poder trascender como lo haremos nosotros cuando nos toque. Y lo digo así: "perder su cuerpo" porque el alma no muere, es el cuerpo lo que caduca o deja de funcionar. También hay que irse desprendiendo de las emociones caducas, esas que nos mantienen "ligados a ese momento" que nos impide avanzar en conciencia.
Para el que así lo sienta este es un gran momento anual para celebrar la vida y el amor y soltar, liberarnos y liberar a los demás de esta pesadez. Estas almas se quedan en cuerpo astral de la Tierra y ella ya no sabe cómo sacudirse de encima tanta angustia. Os invito a reflexionar sobre ello. Realizar este servicio espiritual es de suma importancia y si queremos podemos ayudarlos porque el hecho de que se queden entre nosotros es altamente perjudicial para todos.
POR CIERTO: NUESTROS DIFUNTOS NO ESTÁN EN LOS CEMENTERIOS, ESTÁN CON CADA UNO DE NOSOTROS ¿TE UNES A SU LIBERACIÓN?
