miércoles, 25 de mayo de 2011

Kinesiología holística

     La kinesiología es un sistema de comunicación entre el terapeuta y el consultante. Es un test muscular, en el que la respuesta es débil o fuerte, equilibrio o desequilibrio, pudiendo encontrar qué es lo que necesita el organismo y aplicarlo para restablecer la salud.

Test del reflejo del brazo
    El camino a seguir lo marcarán las respuestas. Es el organismo del paciente el que guía al terapeuta de forma eficaz. El terapeuta kinesiólogo utiliza un abanico de disciplinas para restablecer el equilibrio. Las disciplinas variarán de un terapeuta a otro: Flores del Dr. Bach, complementos nutricionales, puntos reflejos, homeopatía, acupuntura, color, sonido, osteopatía… Hay infinitas combinaciones, tantas como terapeutas que se dediquen a esta disciplina.

    En las sesiones de “kine” se corrigen estados no deseados que incluyen elementos físicos, químicos, sutiles, eléctricos, electromagnéticos, psicológicos... Pueden muy bien estar representados todos los grupos que he enumerado. Estos grupos son llamados cuerpos: cuerpo físico, cuerpo sutil, cuerpo psicológico, cuerpo eléctrico,  cuerpo electromagnético, cuerpo químico. Nosotros nos miramos en un espejo y vemos nuestro cuerpo físico: piel, pelo, estatura, complexión… Pero por mucho que miremos en el espejo no encontraremos los canales de acupuntura o las moléculas de nutrientes que están circulando por el torrente sanguíneo, o los pensamientos y emociones que nos acompañan, a veces tan intensamente, o las vivencias pasadas que nos han marcado de manera tal que no nos dejan atravesar determinado umbral en el presente. Sólo podemos ver reflejados, o sentir, sus efectos en nuestro cuerpo físico y en nuestro comportamiento.
 
     Con la “kine” podemos saber qué está pidiendo ayuda para cumplir su tarea y cómo aportar esa ayuda, en cualquiera de los cuerpos que nos componen a cada uno de nosotros. Interesante ¿no?
Como he dicho, el organismo del paciente es el que marca el ritmo. Puede ser que él acuda al terapeuta por una serie de síntomas, pero que se quede con algunos de ellos por el momento. No es un despropósito. El cuerpo nos dirá qué es lo que es pertinente corregir sin infringir daño alguno, sin efectos nocivos, dando permiso para tratar unos y otros no, bien porque él mismo lo equilibrará más adelante o bien porque tratar eso nos lleve a una situación peor. Enfermar es un proceso y restablecer la salud es desandar ese camino. La enfermedad ha de ir hacia fuera, lo contrario es como guardar nuestra basura en dentro de nuestro hogar, llegaría un momento que sería inhabitable. Con la “kine” no se corta el proceso, se invierte, se desanda el camino, incluyendo la totalidad de nuestro ser. En los procesos, tanto de enfermedad como de salud, intervienen muchos factores y para sanar una situación necesitan ser tratados todos esos factores.
   
     Restablecer el equilibrio puede incluir tratamiento por vía oral, como flores de Bach, esencias minerales, complementos nutricionales -minerales, vitaminas, aminoácidos-, la “kine” nos permite ajustar cual de ellas, qué dosis, el momento óptimo de ingesta y por cuanto tiempo.